Azulejos: tono y calibre

Cuando hablamos de azulejos hay cuestiones que es importante conocer como, por ejemplo, el tono y el calibre. En este artículo vamos a explicar en qué consisten estos dos conceptos. ¿Te quedas con nosotros?

Conceptos muy importantes de un azulejo

Seguramente te encontrarás por ahí estos dos términos explicados de una forma complicada y con muchos tecnicismos. Nosotros pensamos que se puede hablar de ello de una forma más sencilla, sin dar tantos rodeos.

El tono del azulejo

Cuando hablamos de tono, enseguida se nos viene a la cabeza algo relacionado con el color. Bueno, vamos bien: el tono de un azulejo es una variación de un color dentro del mismo color, valga la redundancia.

El tono no es diferente porque se haga a propósito, sino porque hay factores externos que afectan al calor cuando el azulejo está en el horno. Hablamos, por ejemplo, del tiempo de cocción, de la humedad y del mismo calor.

Esto hace que, aunque el modelo y el formato de azulejo sean iguales, si el tono es distinto el color también lo será.

El calibre del azulejo

Dicho de forma sencilla y muy rápida, el calibre es la dimensión final que tiene el azulejo cuando salga del horno. Ojo, no se trata de que cada una de las piezas salga de un tamaño distinto, sino de que una producción de un formato, por ejemplo, 60x60, puede variar unos milímetros respecto al estándar oficial. Eso quiere decir que una pieza puede medir 59,8x59,8.

Esto tiene un nombre, tolerancia de fabricación, y está dentro de los estándares del calibre.

Cuéntanos, ¿conocías estos dos conceptos tan importantes?

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