
Si el mundo de los azulejos no te es demasiado extraño, seguramente habrás oído hablar de los azulejos hidráulicos. En este post te vamos a contar un poco de qué se trata.
Los azulejos hidraúlicos
Los llamados azulejos hidráulicos son unas baldosas que se hacen con cemento desde mediados del siglo XIX en Francia, y cuya denominación responde a la técnica de fabricación que tienen.
Estos ladrillos se hacen con agua, polvo de cemento, de mármol, arena y algunos pigmentos. Cuando la mezcla de todos estos elementos se hace, se vierte en unas trepas que marcan la decoración que llevará el azulejo, y luego, al retirar la trepa, queda compactado todo gracias al uso de prensas hidráulicas sin tener que cocerlo.
El resultado es un azulejo muy resistente y muy llamativo a la vista, que es perfecto tanto para interior como para exterior.
Respecto al formato, se suelen fabricar cuadrados en medidas y formas diferentes pero la más común es la de 20x20.
Historia viva hecha azulejo
Este tipo de azulejo se usó mucho en la decoración de finales del siglo XIX y de principios del XX, ya que el estilo modernista, gracias a la versatilidad que admitía de colores y formas (y de combinarse) encontró en él el mejor aliado.
Se podía encontrar con motivos geométricos y vegetales, como parte de cenefas maravillosas que daban al pavimento y paredes un estilo único.
Aunque a partir de los 50 se empezó a usar menos, en la actualidad ha renacido con más fuerza que nunca gracias a que se ha puesto de modo el uso de azulejos artesanales.
Estos azulejos son perfectos si lo que quieres es conjugar tradición y moda.
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